Si hay dolor, cansancio, estrés… Para todo, se recomienda el magnesio. Entre los suplementos naturales, lo aconsejan para aliviar sin necesidad de fármacos algunas dolencias como el estreñimiento y es bastante eficaz, sobre todo en la presentación de citrato de magnesio; pero en realidad, los efectos de este mineral en el organismo van mucho más allá.
El magnesio es el cuarto mineral más abundante en el cuerpo humano, interviene en más trescientas reacciones bioquímicas y si bien es raro que falte por completo en el organismo, sí es común su deficiencia. No porque sea escaso, ya que podemos encontrarlo en los vegetales, en los lácteos… Una de las causas es la disbiosis intestinal (desequilibrio en las bacterias que deben poblar el intestino), que dificulta su absorción.
Alrededor del 60% de magnesio que hay en nuestro cuerpo se encuentra en los huesos; el resto se encuentra en los músculos, los tejidos blandos y fluidos, incluyendo la sangre. Una de las principales funciones del magnesio es la de cofactor o «molécula ayudante» en las reacciones bioquímicas que realizan las enzimas.
El magnesio ayuda a transportar el azúcar en la sangre de los músculos y a eliminar el ácido láctico, que puede acumularse en los músculos durante el ejercicio y causar dolor; por esta razón es muy recomendado para deportistas. También, como tiene un rol importante en la relajación muscular, es conveniente para aliviar los espasmos, calambres y contracturas. Interviene en la función eléctrica el corazón, por lo que puede beneficiar cuando hay taquicardias o palpitaciones.
Otra buena acción que el magnesio puede hacer por ti es regular el estado de ánimo, en personas adultas. Cuando hay deficiencia, se incrementa el riesgo de depresión. Lo mismo ocurre con el sueño: El magnesio tiene un efecto relajante que contribuye a regular las rutinas de sueño, para obtener un efecto más reparador de las horas que dormimos
Se ha comprobado que este mineral tiene efectos beneficiosos contra la diabetes tipo 2. Se asocia la deficiencia de magnesio a la diabetes debido a que alrededor del 48% de los diabéticos tienen niveles bajos de magnesio en la sangre. Esto contribuye indirectamente a una mayor resistencia a la insulina.
Para disminuir la tensión arterial, se recomienda magnesio en tomas diarias de 500 mg. No reemplaza a los medicamentos antihipertensivos pero es muy conveniente en los casos en que la tensión arterial está en el límite del rango normal (140/90), junto con un mayor consumo de potasio.
Otras propiedades comprobadas del magnesio son su acción antiinflamatoria, el efecto laxante y una curiosidad: puede ayudar a prevenir ataques de dolor en las personas que sufren migrañas.