De acuerdo a los datos oficiales difundidos por el INDEC, los salarios cayeron en términos reales un 2,2% en 2022 y comenzaron este año con una tendencia similar: en enero, se registró una contracción de 1,2% mensual y del 3,3% anual. Y, si bien el próximo viernes se conocerán los datos de febrero, el salto de la inflación en marzo augura un escenario complejo para los próximos meses.
Según los datos del RIPTE, el salario de los trabajadores registrados estables creció un 8,4% en febrero, por encima de la inflación de ese mes (fue del 6,6%). Es que, según señalan analistas, las paritarias ayudaron a “proteger” -al menos, en parte- el nivel de ingresos. De todas formas, la realidad no es la misma para el sector no registrado o los informales.
De hecho, tal como analizó la Fundación Mediterránea, en base a los datos del índice de salarios de INDEC, “en los 12 meses de 2022, el salario registrado privado percibió 7 meses de caída interanual en términos reales”. “En el caso del salario de los trabajadores informales, se observó caídas en los 12 meses del año pasado”, destacó.
“Al mismo tiempo, las expectativas no resultan optimistas para 2023, dado que para ambos tipos los salarios cayeron de forma interanual en enero y febrero. A su vez, cabe destacar que la merma de ingresos en el caso de trabajadores informales resulta del 15% en estos meses”, detalló el estudio.
Al respecto, Santiago Manoukian, Jefe de Research en Ecolatina, advirtió que se espera una nueva caída de los ingresos en términos reales para este año: “Esta aceleración de la inflación, consolidando un piso más elevado de inflación del que veníamos teniendo, genera más complicaciones, sobre todo al sector que está más desprotegido por paritarias. Porque las paritarias, eventualmente, pueden llegar a renegociarse: aunque en el corto plazo igual le va a ‘comer’ salario real al sector privado, de alguna manera, se puede ir indexando. Pero el informal, está mucho más desprotegido. Y con esta aceleración, todavía más”.
En este sentido, desde la consultora Abeceb, proyectaron: “En 2023 se espera una disminución del consumo privado (-0,4% 2023 vs. 9,8% 2022) de la mano de un nivel de actividad recesivo, con mayores tasas de interés en términos reales que podrían limitar el endeudamiento y salarios que se espera se reduzcan en términos reales en 0,8% i.a., induciendo a los consumidores a ser más cautos”.
Inflación vs. “nuevas paritarias”
La evolución de la inflación durante los últimos meses planteó un nuevo escenario a la hora de las negociaciones paritarias. “Podría decirse que las paritarias anuales desaparecieron. Ya no se negocian paritarias anuales, son todas trimestrales o -a lo sumo- semestrales”, señaló Luis Campos, coordinador del Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma. “En un contexto en donde la inflación no sólo se aceleró en los últimos meses, sino que también hay mucha incertidumbre a futuro, es difícil pensar en un mecanismo de precios y salarios que vaya más allá del corto plazo”, agregó.
De todas formas, tal como detalló Campos, “el salario de los trabajadores registrados perdió muy poco contra la inflación, marginalmente”. “Pero con una inflación creciente, la carrera entre precios y salarios se da en una velocidad cada vez mayor”, graficó.
Con este contexto, agregó que es difícil hacer alguna proyección que vaya “más allá de los dos o tres meses”: “Entramos en una dinámica peligrosa de la que nadie se salva, incluso aquellas actividades que tienen mayor poder de negociación. Es un escenario complicado. Las paritarias son una herramienta para por lo menos no perder tanto. Hasta que no se genere una estabilización en otras variables económicas, empezando por la inflación, las paritarias van a seguir yendo hacia un escenario de negociaciones cortas y tratar de ajustar para no perder tanto”.
La nueva modalidad de negociaciones paritarias también quedó expuesta en una encuesta que realizó la consultora WTW, sobre “Salarios y Beneficios”, de la cual participaron más de 400 empresas de diversos rubros: allí, 7 de cada 10 firmas sostuvo que dará cuatro o más aumentos este año; mientras que el resto evalúa dar tres ajustes salariales.