Tener animales de compañía puede tener efectos beneficiosos en la calidad del sueño, debido al impacto positivo que tienen en el estrés, la ansiedad y la depresión. Además, contar con ellos ofrece apoyo social y puede aumentar los niveles de actividad física, lo que también mejora la calidad del sueño.
Alternativamente, pueden tener efectos negativos en la calidad del sueño, debido a los diferentes ritmos circadianos y las interrupciones durante el descanso. Por ejemplo, los gatos tienden a estar despiertos durante el anochecer y el amanecer (comportamiento crepuscular).
Actualmente, los estudios sobre la tenencia de animales de compañía y la calidad del sueño de las personas con las que conviven eran contradictorios. Ahora, una nueva investigación de la Universidad Lincoln Memorial que acaba de publicarse en Human-Animal Interactions, sugiere que los sujetos conviviendo con animales domésticos pueden correr un riesgo particular de dormir mal.
Más específicamente, los autores del estudio encontraron que contar con compañía de un perro se asoció con mayores probabilidades de tener un trastorno del sueño y problemas para dormir. Mientras que un gato se relacionó con una mayor probabilidad de experimentar calambres en las piernas.
Si bien esta investigación no pudo establecer una relación causal entre tener un animal doméstico en casa y la falta de sueño o los trastornos del sueño, sus hallazgos son notablemente consistentes con trabajos anteriores que también habían concluido que puede tener un impacto negativo en el sueño.
Por un lado, los perros y gatos pueden ser beneficiosos para la calidad del sueño de la persona que acompañan debido al apoyo social que brindan: los animales de compañía ofrecen una sensación de seguridad y mitigan la soledad”.
Por otro lado, pueden interrumpir el sueño de los convivientes. Este estudio transversal tuvo como objetivo determinar si existe una asociación entre tener perros y gatos y la calidad del sueño y eventuales trastornos al buen dormir.
El estudio también reconoce que puede haber beneficios positivos relacionados con dormir con perros o gatos, pero los datos analizados en realidad no indicaron si las personas lo hacían. “En el futuro, los estudios se beneficiarían de la medición del vínculo entre humanos y animales, de modo que podamos comprender cómo su fuerza afecta la calidad del sueño”, concluyó.