Wanda Nara hizo un explosivo descargo: «Con 35 años, logré que mis hijos y los hijos de mis hijos puedan vivir sin trabajar»

Recién llegada a Estambul, Wanda Nara charló con sus seguidores sobre su nueva etapa en familia en Turquía e hizo un fuertísimo descargo, que no tardó en viralizarse en las redes.

Ella y sus hijos ya están instalados en el exterior. ¿El motivo? Mauro Icardi firmó contrato con el club Galatasaray.

En este contexto, Wanda hizo un fuerte descargo que compartió a través de sus stories de Instagram.

Y entre muchos temas sobre los que reflexionó, como algunos comentarios mala onda que recibe en las redes, apuntó muy fuerte contra quienes afirman que se lleva pésimo con sus compañeros y la producción de ¿Quién es la máscara?

FIRME DESCARGO DE WANDA NARA, QUE DEFENDIÓ SU TRABAJO CON UÑAS Y DIENTES

«Quiero decir que trabajo desde muy chiquita, así que todos los que quieran inventar tonterías o seguir tirando mala onda pueden pedir las revistas de hace 30 años. A los 5 años, ya estaba trabajando de la nena que iba de la mano con Valeria (Mazza), Carola del Bianco, Carolina Peleretti».

«Quiero seguir trabajando porque otro de mis trabajos desde hace seis, siete años, es seguir los contratos y los cambios de Mauro, así que voy a hacer eso que no lo hago tan mal. Yo hago los contratos y él juega en la cancha porque lo único que me faltaría es entrar a jugar».

«Les mando un besito enorme a todas las que critican, sumado a que como toda mamá, mi parte es acompañar, contener, buscar casa, hacer la mudanza, buscar colegio. Lo hago de la mejor manera y soy la que arrastra el camión de mudanza. Además de la parte contractual, estoy haciendo la parte emocional, emotiva y todo eso».

«Y que podría vivir sin trabajar, seguramente sí. Yo, mis hijos y los hijos de mis hijos. Con 35 años logré que todos ellos puedan vivir sin trabajar, pero no quiero que sea ese el ejemplo. No quiero que el día de mañana yo me muera y venga un fracasado de la vida y le diga: ‘Mirá todo lo que te dejó tu vieja, no trabajes’. Me parece que en la vida siempre se puede seguir creciendo. Y siempre se puede ir por más».

«Si viviera con la tarjeta de crédito de mi marido, encerrada en mi casa, yendo y viniendo del supermercado, no hay mucho margen de error», cerró, contundente, haciendo hincapié que la que hace, a veces, se equivoca.

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