“No veo la hora de jugar. Ojalá podamos recorrer un camino largo y vivir experiencias y momentos lindos que sé que este club está acostumbrado a vivir”, declaró Cavani, quien a sus 36 años firmó con Boca un contrato por 18 meses, hasta finales de 2024, como refuerzo para la copa continental.
Varias horas antes de la presentación, decenas de miles de hinchas fueron llenando las tribunas del mítico estadio de Boca Juniors, a la espera de la salida a la cancha del centrodelantero uruguayo, una figura por la que venía batallando hacía unos dos años el vicepresidente e ídolo ‘xeneize’, Juan Román Riquelme.
“Uruguayo uruguayo”, lo alentaron apenas pisó el césped de la cancha, aunque nunca antes vistió la camiseta auriazul. Pero desde las tribunas también se escuchó “Quiero la Libertadores…”, un cántico para recordarle el principal propósito de su contratación.
La mayor aspiración de Boca es volver a ganar la Copa Libertadores, que ya ha conseguido en seis oportunidades (1977, 1978, 2000, 2001, 2003 y 2007) pero que le viene siendo esquiva hace 15 años.
En rueda de prensa en el club, Cavani dijo estar “a disposición” del entrenador Jorge Almirón, pero aún no se sabe si será tenido en cuenta el miércoles para enfrentar al Nacional de Montevideo en el partido de ida de octavos de final del torneo continental, o si los ‘xeneizes’ deberán esperar una semana más para verlo en acción.
A Cavani le fue asignada -y se la puso durante la presentación- la camiseta con el número 10, la misma que usaron los dos máximos ídolos de Boca, Riquelme y el fallecido Diego Armando Maradona.
