“Evaluamos oportunidades de cooperación en materia energética”, publicó Gil, sin dar mayores detalles, en Twitter.
El ministro de Petróleo y presidente de la estatal PDVSA, Pedro Tellechea, participó en el encuentro de las autoridades venezolanas con jefes de misiones diplomáticas.
Aunque está muy lejos de los 3,2 millones de barriles de petróleo que producía hace dos décadas, la oferta de crudo de Venezuela ha repuntado en los últimos meses con la flexibilización de las sanciones financieras que Washington impuso como presión para intentar forzar la salida del poder del presidente socialista Nicolás Maduro. Hoy se ubica en alrededor de 800.000 barriles diarios, según la OPEP.
La flexibilización incluye licencias a compañías energéticas como la estadounidense Chevron para operar en esta nación.
A la vez, empresas europeas como la italiana Eni o la española Repsol han recibido luz verde para trabajar en proyectos gasíferos.
Estados Unidos y varios países de Europa desconocieron la reelección de Maduro en 2018, denunciada como “fraudulenta” por la oposición, pero han venido teniendo acercamientos con el gobierno venezolano a raíz de la crisis energética provocada por la invasión rusa de Ucrania.
Durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en noviembre pasado, en Egipto, Maduro se cruzó con su par de Francia, Emmanuel Macron, quien ha abogado por “diversificar” fuentes de suministro de crudo, con apertura a países sancionados como Venezuela e Irán.