En medio de la creciente interna en el Gobierno, el presidente Alberto Fernández encabezó un acto en Mendoza y pidió “que en estos tiempos difíciles nadie baje los brazos”.
“En la política hay distintas miradas. Hay que recordar y tener memoria”, dijo el jefe de Estado, acompañado por el ministro de Economía, Sergio Massa, en la denominada Marcha Blanca por el regreso del tren que une Palmira, en la provincia de Mendoza, con la ciudad de Buenos Aires. También estuvo presente el gobernador mendocino Rodolfo Suárez.
Además, en busca de defender su gestión, el Presidente afirmó: “Estamos peleando día a día por recuperar la Argentina en un presente muy complejo”. “En cualquier rincón de la patria hay obras, está el Estado presente, llevando educación, salud y conectividad”, remarcó.
“Nuestra generación tenía una utopía, la utopía de la democracia y la llevamos adelante. Me acuerdo de los que se pintaban la cara y ponían en jaque a (Raúl) Alfonsín, los que tomaban regimientos y ponían en jaque la democracia en los 90. Se ha cumplido la utopía de la democracia, por designio colectivo, porque todos decidimos convivir y respetarnos. Ahora que eso lo hemos logrado, la nueva utopía se llama igualdad”, concluyó Alberto Fernández y cerró el acto abrazado a Massa.
El encuentro se dio luego de las críticas por las nuevas medidas económicas con las que el titular del Palacio de Hacienda busca lograr estabilidad y liquidez del mercado financiero, convulsionado durante las últimas semanas, además de descomprimir el impacto sobre la inflación.
A la tensión entre el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Fernández de Kirchner, se suma la pelea entre el mandatario y el ministro de Economía, Sergio Massa, que acusa a la Casa Rosada de impulsar “operativos de desgaste” en su contra, con duras recriminaciones al Presidente.
En privado, el extitular de la Cámara de Diputados le envió un fuerte mensaje a Alberto Fernández: “Mientras yo ‘me pelo’, ustedes me hacen operaciones”.
Uno de los ejes del agravamiento de la disputa entre dos de los referentes del Frente de Todos es la disputa por la futura política cambiaria, tras las versiones que desde el entorno del ministro señalaron a la Casa Rosada en torno a un desdoblamiento cambiario. Ante estos rumores, Massa dijo que no piensa impulsar una devaluación abrupta.
El aumento de tensión en el Gobierno se produce en un panorama agravado por la escalada inflacionaria, el salto del dólar blue, la sangría de dólares del BCRA y la espera a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) apruebe la nueva meta de reservas, que está acordada pero todavía no concretada, y que incluye el giro por casi US$5400 millones.