Suleyman Soylu dijo que hasta el momento se había identificado a 564 sospechosos, de los cuales 160 habían sido detenidos formalmente y muchos más seguían siendo investigados.
“Nuestras ciudades se construirán en los lugares adecuados, nuestros hijos vivirán en ciudades más sólidas. Sabemos a qué tipo de prueba nos enfrentamos, y saldremos de esta más fuertes”, dijo a la emisora estatal TRT Haber.
El presidente Tayyip Erdogan se ha comprometido a reconstruir las viviendas en el plazo de un año.
Erdogan, en el poder desde hace dos décadas, se enfrenta a unas elecciones dentro de cuatro meses. Incluso antes del seísmo, los sondeos de opinión mostraban que estaba bajo la presión de una crisis del coste de la vida que podría empeorar, ya que la catástrofe ha interrumpido la producción agrícola.
Soylu dijo que se habían levantado unas 313.000 tiendas de campaña y que se iban a instalar 100.000 casas-contenedor en la zona del terremoto.
El número de muertos en Turquía por los devastadores terremotos de este mes ha ascendido a 43.556, según informó Soylu durante la noche.
Soylu dijo que se habían producido 7.930 réplicas tras el primer seísmo del seis de febrero y que más de 600.000 apartamentos y 150.000 locales comerciales habían sufrido daños al menos moderados.
Turquía puso en marcha el miércoles un plan temporal de apoyo salarial y prohibió los despidos en 10 ciudades para proteger a trabajadores y empresas del impacto financiero del fuerte seísmo que sacudió el sur del país.
El seísmo de magnitud 7,8 del seis de febrero dejó cientos de miles de edificios dañados o destruidos, y millones de personas han quedado sin hogar.
Alrededor de 865.000 personas están en tiendas de campaña y 23.500 en casas-contenedores, mientras que 376.000 se han relocalizado a residencias de estudiantes y pensiones públicas fuera de la zona del seísmo, dijo Erdogan el martes.