El juicio a los rugbiers

Tomás Bidonde, primer testigo de la jornada, comenzó a declarar.

El joven fue testigo ocular del ataque. Al comenzar su testimonio, se quebró en llanto y apuntó fuertemente contra Máximo Thomsen.

Tomás estuvo la noche del 18 de enero en Le Brique con un amigo. Manifestó que en el boliche “hacía mucho calor”, que “había mucha gente y poco oxígeno” y que por eso decidió retirarse. También sostuvo que presencio la pelea dentro de la pista e hizo referencia a “un chico que tenía mucha fuerza que tuvieron que sacar entre dos o tres guardias de seguridad”. Al salir del local bailable el testigo presenció la golpiza. “A Fernando le pegaban entre cuatro. A un chico que se quiso meter y le pegaron una piña”, dijo.

Al ser consultado sobre quiénes golpearon a Fernando, complicó a Máximos Thomsen. “Le estaba pegando al chico que después falleció y recuerdo que hacia el final le pegó dos patadas en la cabeza. Desde donde yo lo veía eran como puntinazos. Después lo agarró de la cabeza y le volció a dar dos o tres patadas”.

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