Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa se encontraron ayer a solas en Olivos para diseñar una hoja de ruta que permita enfrentar la crisis económica y aplacar las diferencias internas que debilitan todos los días al gobierno. La reunión sucedió cuando el sol caía, se extendió por dos horas (18.30 a 20.30), y los tres socios del Frente de Todos se fueron satisfechos de la quinta de presidencial.
El cónclave fijó una regla de juego clara: es necesario monitorear la economía, respaldar a la ministra Silvina Batakis y establecer un discurso único frente a la opinión pública. Este acuerdo básico entre el Presidente, la Vicepresidente y el titular de la Cámara de Diputados tuvo su expresión exacta en las recientes apariciones de la portavoz Gabriela Cerruti y el líder de La Cámpora Máximo Kirchner.
Durante su última conferencia de prensa, ocurrida hoy en la Casa Rosada, Cerruti adelantó que el Salario Básico Universal (SBU) no está entre los planes inmediatos de la ministra de Economía. Ese proyecto es empujado por Juan Grabois -referente de la CTEP- y avalado por el kirchnerismo duro para atenuar los efectos de la crisis económica.
“Batakis dijo anoche y sostiene que el SBU es un plan que en el mundo se ha discutido durante mucho tiempo y en Argentina también siempre fue un planteo. En Argentina ya existen planes universales como la AUH y el Progresar y otros. Todo es motivo de estudio, pero no está la posibilidad en este momento por las cuentas de la Argentina de avanzar con un proyecto”, aseguró la portavoz presidencial.