Masivas roturas de ligamentos en el fútbol argentino

Belgrano de Córdoba confirmó ayer oficialmente la lesión de Lucas Passerini, que en el debut por Copa Sudamericana ante Inter de Porto Alegre se rompió los ligamentos cruzados de su rodilla derecha. De esta manera, ya son 20 los futbolistas de Primera División en el fútbol argentino con ese padecimiento y en pleno tratamiento. La alarmante estadística invita a hacer varios cuestionamiento: ¿cuáles son los motivos que causan este tipo de lesión? ¿Hay manera de prevenirlas? ¿Cuán peligroso es recibir el alta deportiva antes de lo indicado?.

Aunque el Pirata cordobés es el equipo más perjudicado en el último tramo por las lesiones ligamentarias, ya que lo mismo le había sucedido a otra de las figuras de su plantel, Ulises Sánchez (en la goleada ante Tigre en Victoria), otros 13 elencos de la máxima categoría sufrieron bajas del mismo estilo. Ellos son: Gonzalo Martínez (River Plate), Lucas Blondel (Boca Juniors), Guillermo Enrique e Ivo Mammini (Gimnasia La Plata), Federico Paradela (Sarmiento), Juan Bisanz y Alejandro Cabrera (Banfield), David Sotelo (Newell’s), Lucas Ambrogio (Atlético Tucumán), David Barbona y Gastón Togni (Defensa y Justicia), Lautaro Montoya (Central Córdoba), Raúl Lozano y Ciro Rius (Platense), Tomás Pozzo (Godoy Cruz), Gastón Hernández y Manuel Insaurralde (San Lorenzo) y Matías Giménez (Independiente).

el Licenciado en Kinesiología y Fisiatría Juan José Villafañe (Matricula Nacional 14.750 y Matrícula Provincial 1.230), se refirió primeramente a los motivos que originan este tipo de rupturas: “Hay varios factores. Uno es la gran exigencia en los entrenamientos, que cambiaron mucho respecto a años anteriores. Ahora se trabaja mucho más en aspectos como la velocidad y la potencia. Y personalmente creo que el desarrollo de entrenamientos en espacios reducidos aumentó la exigencia biomecánica de cada jugador”.

Finalmente enumeró dos factores más: los botines y modelos de tapones que usa cada futbolista y el aspecto emocional y psicológico. “Yo considero muy importante eso, el estrés físico con el cambio de tipo de entrenamiento, que es más exigente en espacio reducido, y el estrés psicológico al que son sometidos los jugadores en cada partido”, amplió.

Infobae

Entradas relacionadas

Deja tu comentario