La semana que se ha terminado fue caótica en el municipio de San Miguel de Tucumán. Tras dar de baja a empleados contratados previo a la finalización de la gestión anterior, la reacción fue violenta.
Hubo manifestaciones en las afueras del edificio municipal, incidentes con la policía, arrestos y hasta amenazas de muerte en contra de la actual intendente, según anunció la misma Rossana Chahla en conferencia de prensa.
La denuncia fue radicada formalmente, adjuntando pruebas logradas desde un chat donde se estaba armando un presunto «golpe institucional» en contra de la gestión actual.
Este viernes por la tarde, se conoció que la policía realizó un allanamiento en un domicilio del barrio Julio Abraham de la localidad de Alderetes, donde se secuestró un teléfono celular, según publica el diario La Gaceta.
Fuentes policiales confirmaron que el denunciante había presentado capturas de pantallas donde el sospechoso posa con una pistola acompañado de textos que “demuestran su intencionalidad y peligrosidad, al utilizar palabras como ‘boy (sic) al frente’, ‘mañana se pudre todo’ y ‘no sean cagones’”.
Los pesquisas, según confirmaron fuentes policiales, no encontraron la pistola, pero sí lograron secuestrar el celular del sospechoso que debe ser peritado. También se le informó que está siendo investigado por el delito de amenazas coactivas agravadas para la obtención de medidas o concesiones de miembros de los poderes públicos. En caso de que llegara a ser encontrado culpable de este delito, recibiría una pena que va de los tres a los seis años.
Los investigadores no descartan que en las próximas horas se realicen nuevos allanamientos, ya que habría más de un integrante de ese grupo identificado. Al parecer, según las primeras averiguaciones, todos estarían vinculados al alfarismo, tal como lo había denunciado Chahla.
Los primeros
