¿Por qué la marihuana es placentera para algunos y angustiante para otros?

Con justa razón, muchos usuarios habituales de marihuana hablan de ella como una hierba beneficiosa, que propicia el momento del relajo y la desconexión de las preocupaciones, la vuelta al centro de paz personal, la inspiración de las ideas creativas y la intensidad de la experiencia sexual.

Pero mientras algunos tienen esta suerte, otros se sienten ansiosos, preocupados y paranoicos.

No se sabe exactamente por qué la marihuana afecta a las personas de manera tan opuesta, pero un nuevo estudio realizado en ratas, publicado en Scientific Reports, sugiere que la causa podría estar en un área específica del cerebro.

“Hasta ahora, no se sabía qué regiones específicas del cerebro eran responsables de estos efectos altamente divergentes de la marihuana”, dijo el autor del estudio, Steven Laviolette, profesor de la Escuela Schulich de Medicina y Odontología de la Universidad Western Ontario (Canadá).

En ratas de laboratorio, los investigadores identificaron una región del cerebro que Laviolette “parece controlar de forma independiente las propiedades adictivas y gratificantes de la marihuana, frente a los efectos psicológicos secundarios negativos asociados con su uso”.

Los receptores de tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo de la marihuana, se encuentran en todo el cerebro, pero cómo lo experimenta cada uno depende de con qué parte específica interactúa el químico.

Los investigadores microinfundieron THC en las ratas y registraron sus respuestas eléctricas y de comportamiento en una parte del cerebro conocida como el núcleo accumbens, una región frontal compleja (debajo), responsable del comportamiento de recompensa.

El núcleo accumbens involucra dos neurotransmisores: la dopamina (deseo) y la serotonina (saciedad e inhibición).

Cuando el THC interactúa con esta región del cerebro, produce efectos altamente gratificantes y refuerza las conductas adictivas de manera similar a las drogas opioides, como la morfina.

Lo interesante es que esta zona cerebral también participa en el procesamiento de la aversión para percibir amenazas potenciales.

Cuando el THC interactuó en el área posterior del núcleo accumbens, los investigadores informaron síntomas cognitivos y emocionales adversos, similares a los encontrados en personas con esquizofrenia.

Es decir que cuando el THC interactuó con la región frontal del núcleo accumbens, los cerebros de las ratas se asociaron con la recompensa y la diversión.

Pero cuando esto ocurrió en la parte posterior, no fue así. El estudio solo se ha realizado en ratas, pero los investigadores señalan que estos resultados pueden ayudar a informar cómo y por qué ciertas personas responden de manera tan diferente a los efectos del THC.

“Estos hallazgos son importantes porque sugieren por qué algunas personas tienen una experiencia muy positiva con la marihuana cuando otras tienen una experiencia muy negativa”, dijo el coautor Christopher Norris.

“Nuestros datos indican que debido a que la recompensa y la aversión son producidas por áreas anatómicamente distintas, los diferentes efectos entre los individuos probablemente se deben a la variación genética que conduce a la sensibilidad diferencial de cada área”, continuó.

En otras palabras, si tu experiencia con la marihuana es de placer o de angustia, esto podría deberse literalmente a tu ADN.

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