Según dispuso el papa Francisco el miércoles, los cardenales que cumplen sus funciones en El Vaticano tendrán que empezar a pagar un alquiler por sus viviendas en la Santa Sede. Desde el comienzo de su gestión, Francisco puso énfasis en la administración de las finanzas y la transparencia en los números de la Iglesia y esta es una nueva medida en ese sentido.
Los cardenales y altos funcionarios tendrán que hacer un “sacrificio” ante las limitaciones económicas de la institución y a partir de ahora pagarán los precios del mercado por sus departamentos, según informó ayer por la mañana Vatican News. Los cardenales que vivían en departamentos vaticanos estaban hasta ahora exentos de alquiler.
Esta nueva disposición está dirigida a jefes, segundos y terceros niveles de los responsables de los dicasterios, equivalentes en el Vaticano de los ministerios.
Esta decisión se tomó “para hacer frente a los compromisos crecientes” de la Iglesia, “en un contexto económico, como el de hoy, de especial gravedad”, según informaron.
Además, hicieron hincapié en la necesidad de hacer “un sacrificio extraordinario para asignar más recursos a la misión de la Santa Sede”.
Esta medida no se aplicará a los contratos en curso, que concluirán sin verse afectados por la decisión papal.
El Vaticano cuenta con un extenso patrimonio inmobiliario valorado en miles de millones de dólares, incluyendo prestigiosas direcciones en París, Londres y Ginebra, así como numerosos departamentos en Roma.