La semana pasada, los líderes de los países instaron a sus ministros a aprobar el tope el lunes, en un intento de ultimar una medida que los países han debatido durante meses y sobre la que han celebrado dos reuniones de urgencia.
Ahora están estudiando un nuevo compromiso propuesto por República Checa, que ejerce la presidencia rotatoria de la UE.
El borrador de la propuesta, al que tuvo acceso Reuters, pondría en marcha un tope si los precios del contrato con vencimiento a un mes del centro neerlandés de transferencia de títulos (TTF, por sus siglas en inglés) superan los 180 euros por megavatio hora durante tres días, muy por debajo de los 275 euros/MWh propuestos por la Comisión Europea el mes pasado.
Una docena de países, entre ellos Bélgica, Polonia y Grecia, han exigido un límite inferior a 200 euros/MWh para hacer frente a los elevados precios del gas, que han inflado las facturas de los ciudadanos y disparado la inflación este año, después de que Rusia cortara la mayor parte de sus entregas de gas a Europa.
Pero Alemania, Países Bajos y Austria son algunos de los países que temen que el límite pueda perturbar los mercados energéticos europeos y desviar de la UE cargamentos de gas muy necesarios. Quieren condiciones más estrictas, como la suspensión automática del límite si tiene consecuencias negativas no deseadas.
“Nadie en Alemania está en contra de tener precios del gas bajos, pero sabemos que tenemos que tener mucho cuidado de no desear lo bueno, sino lo malo”, dijo el ministro alemán de Economía, Robert Habeck.
Dos altos diplomáticos de la UE dijeron que los países favorables a los precios bajos parecen contar ahora con apoyo suficiente para aprobar la medida sin el respaldo de Alemania, la mayor economía y mercado de gas de Europa.