Cáncer de testículo, una patología que afecta a uno de cada 250 jóvenes

El cáncer de testículo es el tumor más frecuente en hombres cuyas edades oscilan entre los 15 y los 35 años, y constituye la principal causa de cáncer en pacientes varones jóvenes. Aproximadamente, uno de cada 250 varones será diagnosticado con esta patología.

Afortunadamente, se trata de una enfermedad tratable y con altas posibilidades de curación, por lo tanto, es importante consultar a tiempo para establecer un diagnóstico precoz.

Los testículos son órganos pares del sistema genital masculino cuyas funciones principales son la producción de los espermatozoides y la síntesis y secreción de las hormonas sexuales masculinas.

La mayoría de estos cánceres se originan en las células germinales, que son las que darán lugar a la formación de los espermatozoides. En menor proporción, también pueden surgir a partir de los otros tipos de células que conforman el tejido testicular.

Su causa concreta resulta desconocida, pero sí se identificaron algunos factores de riesgo con una clara asociación con este tipo de tumor, como son las alteraciones en el desarrollo testicular, entre las que se destacan la falta de descenso del testículo al escroto, la presencia de un cáncer previo en la zona y antecedentes familiares, entre otros.

La mayoría de estos tumores se diagnostican porque el paciente se palpa un bulto que, habitualmente, no genera dolor. Otras veces, puede aparecer malestar o sensación de pesadez en la región genital o en la ingle, así como un aumento de tamaño del escroto y, con menor frecuencia, agrandamiento o incremento de sensibilidad en las mamas y dolor abdominal o de espalda.

El examen físico realizado por el médico urólogo permite sospechar el diagnóstico, si bien las imágenes ecográficas confirman la presencia del tumor y sus características. Adicionalmente, pueden practicarse estudios de laboratorio con marcadores tumorales, tomografía computada o resonancia magnética nuclear.

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