Gambia conquistó ayer un gran triunfo ante Francia por 2 a 1 y pasó a liderar el Grupo F con dos partidos ganados sobre dos jugados, y asegurándose su pasaporte a los octavos de final, tras demostrar una amplia superioridad en el partido jugado en Mendoza.
Más de cinco mil personas poblaron las tribunas del estadio Malvinas Argentinas, que se volcaron a alentar desde el inicio al equipo africano, un poco por apoyar al -en apariencias- “más débil”, y porque gustó su juego más explosivo tanto en su partido inicial como en este.
Y también jugó un papel importante lo que dejó la final del Mundial de Qatar, donde Argentina superó a Francia por penales en ese encuentro tan áspero.
Los “escorpiones” de África se fueron a los vestuarios con una ventaja parcial de 1 a 0 en el primer tiempo, demostrando una notable superioridad sobre Francia.
El equipo galo, con la necesidad de ganar tras su derrota en el debut ante Corea del Sur, intentó demostrar cierta vocación ofensiva. Pero Gambia apostó por un dibujo táctico de 4-5-1, lo supo esperar a su rival y lo neutralizó.
Merced a su poderío físico, que le permitió ocupar diferentes zonas del campo de juego, Gambia controló a su rival apelando a su peligroso as en la manga: Adami Bojang, incisivo y peligroso, quien quebró la última línea azul tras una mala salida del arquero. Tras un rebote, el francés Zoukrou envió la pelota al fondo de su propio arco.
Tras el gol recibido, Francia no consiguió reponerse, a la vez que Gambia, entonado por ir arriba en el marcador, demostró con creces que el resultado a favor era justo.
En el segundo tiempo, Gambia tuvo dos nuevas oportunidades de aumentar el marcador en el inicio, hasta que a los 9 minutos hubo un penal para el conjunto africano que el arquero Lienard le atajó a Saine.
Pero mientras el DT francés pensaba meter mano en su equipo, apostando a 4 cambios en una sola ventana, llegó el empate francés: Odobert, de cabeza, supo aprovechar la falla del arquero y anotó el gol.
Pero Gambia no se desesperó y a los 22 minutos apareció por derecha Sanyang, quien amagó a irse por dentro, se hamacó y enganchó hacia afuera, y con un tiro cruzado, el jugador fichado en Bayern Munich volvió a poner justicia en el marcador con el 2-1 para el once africano.
El DT de los “escorpiones” sacó a su máxima figura del campo, el delantero neto Bojang, y puso en su lugar a un defensor, complicando aún más tácticamente a una Francia que se empezaba a inquietar con el correr de los minutos: le costaba tener el balón, y cuando lo poseía no tenía ideas claras para llegar al arco contrario.
En el final, Gambia se mostró sólido, equilibrado, y bien abroquelado para salir de contraataque. El triunfo por 2 a 1 fue ampliamente merecido.