La Selección Argentina Sub 20 venció ayer por la tarde a Guatemala por 3 a 0 y consiguió su clasificación anticipada a los octavos de final del Mundial de la categoría, que se desarrolla en nuestro país.
El delantero Alejo Véliz, a los 16 minutos del primer tiempo, el volante Luka Romero, a los 19’ de la etapa final, y Máximo Perrone a los 52′, marcaron los tantos del conjunto dirigido por Javier Mascherano, en el cotejo correspondiente a la segunda fecha del grupo A, que se disputó ante una multitud que nuevamente colmó el estadio Único Madre de Ciudades.
Argentina, líder del grupo con 6 puntos, definirá el próximo viernes en San Juan el primer puesto de la zona, cuando se mida ante su escolta Nueva Zelanda (4), que hoy igualó 2-2 ante Uzbekiztán.
La “Albiceleste” se erigió en protagonista desde el principio, haciendo valer la mayor jerarquía de sus individualidades. Y a los 17’ llegó la apertura del marcador, con un impecable cabezazo de Véliz, tras un buen centro de Gauto desde la derecha. Fue el segundo tanto en el torneo del delantero de Rosario Central, que venía de anotar el primero en el 2-1 ante Uzbekistán, el sábado pasado también en el Único.
Después de la ventaja, el equipo de Mascherano controló el juego y casi no pasó sobresaltos ante un rival inferior, salvo por un remate de Santos de media distancia, que Gomes Gerth desvió al córner con una sensacional estirada.
En el complemento siguió manejando el trámite Argentina, que se soltó más con la pelota. El segundo estaba al caer y llegó a los 19’, con un zapatazo del ingresado Luka Romero, que hizo estallar otra vez al eufórico público santiagueño.
Mascherano luego le otorgó descanso a Valentín Carboni, situó a Mateo Tanlongo en la zaga central y mandó a la cancha a Federico Redondo para mayor equilibrio en el mediocampo.
La expulsión de Avilés, por una mano ante el avance del rápido Edy Palencia, no modificó el trámite y Argentina, ante 37.033 jubilosos espectadores, cerró con aplomo el partido.
El gol de Perrone, cuando empujó el balón a la red tras una buena jugada colectiva, resultó la frutilla del postre en la tarde noche santiagueña.
