Sería inminente el aumento del corte de bioetanol al 15%

Tras el inicio simbólico de la zafra con una misa de acción de gracias en el ingenio La Florida, la industria azucarera en su conjunto se prepara para comenzar la molienda en los próximos 15 días. Aún sin precisiones del impacto que tuvo la sequía en la superficie plantada, desde el Ministerio de Desarrollo Productivo, que conduce Alvaro Simón Padrós, adelantan que será una campaña “distinta” a lo habitual y que tendrá como mínimo una baja del 10% en la producción con respecto al 2022.

Por este motivo, en los próximos días se homologará la Emergencia Agropecuaria declarada por la Legislatura provincial, que entre otros beneficios otorga alivio fiscal e impositivo para los productores que acrediten que se vieron afectados.

Pero más allá de los efectos de la sequía, el ministro aclaró que la preocupación esta ahora centrada en la falta de gas que puede complicar el inicio de la campaña en algunos de los 14 ingenios provinciales. El caso paradigmático es el San Juan, que viene participando en muy pocas de las últimas campañas por falta de inversión, de provisión de gas y de pago a los obreros. No obstante, contó que se están realizando las gestiones pertinentes para garantizar el correcto andar de la zafra, tanto en el sector azucarero como en la industria del citrus. “Creemos que este año van a participar todos los ingenios”, sostuvo Padrós.

No será la primera vez que se enciendan las alarmas por el faltante de este insumo fundamental para la industria tucumana. Sucede que la cuenca norte es una pobre productora de gas, por lo que normalmente se importa gas de Bolivia. Esta última opción comenzó a no ser rentable ante la volatilidad del dólar y aún más luego de que la invasión de Rusia a Ucrania ocasionara un salto significativo en el valor de la energía en general, pero del gas en particular.

“Todos los inicio de zafra tenemos problemas para la provisión de gas, porque la prioridad es el servicio en zonas residenciales y la industria suele quedar relegada. Pero tenemos la seguridad de que vamos a llegar a buen puerto y la situación se va a resolver para garantizar que la zafra se ponga en marcha”, agregó Padrós.

Una salida a este problema, indicó el funcionario, es el gasoducto Nestor Kirchner que permitirá el transporte de gas hacia las regiones más postergadas del país, como lo es el norte argentino. “Con ese gasoducto, este problema dejará de existir”, consideró.

Por otro lado, tanto el gobierno como los industriales azucareros pujan por el avance del plan de incremento progresivo del corte de bioetanol en la nafta que lo llevará hacia 2030 al 27%. Hoy nuestras naftas contienen doce por ciento (E12) de bioetanol, cuyas materias primas de origen son el grano de maíz y la caña de azúcar. La idea es alcanzar el corte de Brasil (27,5% de bioetanol anhidro en naftas), y además imitar su disposición de utilizar el alcohol hidratado al 100% en su flota de vehículos con motores flex.

“El corte de bioetanol por litro de nafta está muy próximo a elevarse al 15%. En lo que estamos trabajando ahora es en la fórmula que definirá el precio del bioetanol, un requisito establecido por la ley de biocombustibles. La fórmula ya fue presentada a Secretaría de Energía de Nación, en acuerdo con todos los ingenios del país. Estamos próximos a que se apruebe esa fórmula que le va a permitir a los ingenios cumplir con su cupo de bioetanol, otorgando reglas claras en cuanto a los precios”, subrayó Simón Padrós.

Esta medida tendrá cierto impacto en el valor de la nafta, reconoce Padrós, pero, de todos modos, sigue siendo favorable la relación costo-beneficio, tanto por su impacto económico como ambiental. Dicha resolución ayudará a disminuir los gases de efecto invernadero y de esa manera contribuir a luchar contra el cambio climático. Además, en lo económico, trae aparejada la posibilidad de tonificar el precio del azucar y volverlo más competitivo. “Nos va a permitir retirar azucar del mercado interno y de esa manera mejorar los valores”, subrayó el funcionario.

En este mismo marco, también se proyecta un transporte público impulsado a base de bioetanol en Tucumán. Solo resta un paso más, explicó Padrós: “Necesitamos protocolizar el motor Flex que se fabrica en argentina. Este motor, que se exporta en su gran mayoría a Brasil, permite funcionar un 100% con bioetanol. Solo nos queda insistir de que se pueda utilizar a nivel nacional. De esa manera, cambiaríamos la motorización del servicio público provincial y estaríamos en condiciones de contar con estaciones de servicio que expendan exclusivamente bioetanol”.

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