El presidente de la Cámara de Abastecedores y Matarifes (CAMyA), Leonardo Rafael, aseguró que aún restan aplicar nuevos aumentos sobre el precio de la carne ya que “estuvo muy barata durante 2022”. “Hubo un retraso del 60, 70%”, durante el año anterior.
El precio promedio del novillo en pie pasó de $309 el kilo a principios de enero a $418 en la ultima semana del mes, lo que implicó una suba del 35 por ciento, mientras que en novillito el salto fue de $312 a $433 el kilo vivo, un salto del 38 por ciento.
En lo que respecta a la media res, los aumentos que trasladaron al comercio minorista los matarifes, frigoríficos y abastecedores, y que culminaron de realizarse la semana pasada, fueron en promedio de entre 250 pesos y 300 pesos por kilo.
Consultado por los precios minoristas, el presidente de la Cámara de Abastecedores y Matarifes destacó ayer en diálogo con AM 750 que “la carne estuvo muy barata durante 2022: hubo un retraso del 60, 70 por ciento en relación a la inflación”.
Además, anticipó que “queda todavía un aumento del 15 o 20%”.