Variantes de COVID, ¿debemos preocuparnos?

Pero, una mala noticia, el coronavirus que causa COVID-19 llegó para quedarse, sigue circulando y sigue mutando: científicos ya han detectado nuevas variantes y dicen que se avecina un invierno difícil.

Los expertos aseguran que hay evidencia médica de que el hemisferio norte verá un surgimiento de casos de COVID-19 durante el otoño y el invierno, con variantes potencialmente más contagiosas.

La encuesta semanal de COVID en el Reino Unido, que se utiliza como un pronóstico sobre lo que podría pasar en este lado del océano, ha estado documentando un aumento de infecciones en las últimas dos semanas.

Varios factores entran en juego a la hora de predecir una nueva ola de COVID-19, y estas variantes se analizan dentro y fuera de los laboratorios:

Investigadores ya están detectando nuevas variantes, primas hermanas de ómicron, como BQ.1, con mutaciones que pueden escabullirse entre la barrera inmunitaria.

Las nuevas cepas que los científicos están estudiando tienen mutaciones de las proteínas picos capaces de neutralizar a los anticuerpos.

La circulación del virus se facilita ahora que la mayoría de las personas han vuelto a sus actividades normales, incluso las colectivas.

Y, durante los meses de frío, hay más concentraciones de personas en interiores.

La mayoría de los espacios sociales, y otros, ya no exigen el uso de máscaras.

Si bien las campañas de inmunización acorralaron a las primeras cepas, la tasa de vacunación es más baja para los refuerzos.

Además, naturalmente, la inmunización producto de la vacunación baja con el tiempo.

Pero, no olvidar, la vacunación sigue siendo la mejor forma de acorralar al virus, se notó durante la ola de infecciones luego de ómicron, que fueron leves comparadas con el ataque de la variante delta.

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