Martín Santiago Del Río, el presunto parricida de Vicente López, llamó a la línea de emergencias 911 para avisar que sus padres estaban «muertos en el garaje», luego de que la empleada de ellos lo llamara para avisarle que había encontrado los cadáveres dentro del auto en la casa de Vicente López, en un audio que ahora es analizado por los fiscales de la causa, informaron este miércoles fuentes judiciales.
La llamada fue realizada por el ahora detenido a las 9.01 del 25 de agosto pasado luego de recibir el llamado de María Ninfa «Nina» Aquino, la empleada de sus padres, quien le avisó que José Enrique Del Río (74) y María Mercedes Alonso (72) estaban muertos dentro del Mercedes Benz estacionado en la cochera.
La transcripción del audio del llamado:
Operador (O): 911 emergencias.
-Martín Del Río (MDR): Sí ¿cómo estás? Mirá… La mucama de mis padres me está diciendo que hay un problema en la casa de ellos. Que mis padres están muertos en el garaje, dice. Recién me acaba de llamar.
-O: Bien, ¿en qué localidad es?
-MDR: Es Vicente López.
-O: ¿La calle?
-MDR: Carlos Francisco Melo…
-O: Sí.
-MDR: 1101
-O: ¿Entre qué calles?
-MDR: Es esquina Gaspar Campos.
-O: Bien, ¿le dijo algo más? ¿Signos de violencia? ¿Algo por el estilo?
-MDR: Nada más. Me dijo eso, ¡apurate, apurate, apurate! Me dijo eso. ¿Eh?
-O: Bueno… ¿Su nombre señor?
-MDR: Martín Santiago Del Río.
-O: Corto y ya lo transmito Martín.
-MDR: Mu… muchas gracias.
-O: Por nada hasta luego.
«Es un témpano»
Los fiscales de Vicente López a cargo de la investigación, Alejandro Musso, Martín Gómez y Marcela Semería, pusieron la lupa sobre este llamado y analizan, por más que lo tomen solo como un indicio, la tranquilidad y el tono de voz que emplea el ahora detenido.
«Es un témpano. Habla con el operador con suma frialdad, salvo el final donde quiebra un poco la voz. Para nosotros, es otra de sus puestas en escena», dijo a Télam un investigador judicial.
Los videos de seguridad
En tanto, los fiscales Musso, Gómez y Semería recibieron ya un primer informe con fotogramas de las cámaras de seguridad que el 18 de agosto pasado, es decir seis días antes del doble crimen, captaron al imputado Del Río (47) haciendo el mismo recorrido que el sospechoso encapuchado y con barbijo que quedó filmado en los videos el día del crimen, 24 de agosto.
El dato fue aportado a la causa por la agente inmobiliaria con la que Del Río mantenía una relación extramatrimonial, quien en su testimonial marcó el día, la hora y el recorrido que hizo junto al ahora imputado, desde Núñez a Vicente López, en lo que los fiscales creen que fue un ensayo para monitorear las cámaras de la zona y hacer una estimación de tiempos.
En esas primeras imágenes remitidas a la fiscalía por el municipio de Vicente López, se puede observar que Del Río y la testigo cruzan la avenida General Paz y Del Libertador a las 18.03.
Dos minutos más tarde, ya del lado de Vicente López, los capta una cámara de colectora Zufriategui y Azcuénaga; a las 18.08 pasan por Zufriategui y Madero, frente al club Banco Nación; 18.13 se los ve en 25 de Mayo y Aguado; 18.17 en 25 de Mayo y Alsina; y a las 18.18 en Agustín Álvarez al 1400.
A las 18.26 se observa que Del Río camina solo, ya sin su acompañante, en Melo y Monasterio, es decir, a tan solo una cuadra de Melo y Gaspar Campos, la esquina donde está situada la casona de sus padres asesinados.
El comerciante Martín Del Río fue detenido el miércoles pasado, cuando llegaba a su domicilio del country Nordelta de Tigre, como autor de un presunto doble parricidio, y quedó imputado por «doble homicidio cuádruplemente calificado por el vínculo, la alevosía, por criminis causa y por el uso de arma de fuego», delito que prevé como única pena la prisión perpetua.
Fuentes judiciales revelaron que el martes su propio hermano mayor, Diego Del Río (48), lo identificó «en un 90%» por su contextura física y por su forma de caminar, como el hombre encapuchado y con barbijo que quedó filmado caminando ida y vuelta desde el barrio porteño de Núñez hasta la mansión de Vicente López donde sus padres fueron asesinados y, tras ver las pruebas, le dijo a los fiscales que no tiene dudas de que fue el autor del crimen.
A su vez, en su último testimonial dijo que «Pato» era un «chamuyero», que vivía «endeudado», que a él y a su esposa les pidió prestado 110.000 dólares que nunca les terminó de devolver y que vivía con «problemas», aunque nunca se imaginó que pudiera terminar así.
Para el equipo de fiscales, el menor de los hijos de los Del Río fue quien el pasado 24 de agosto por la tarde llegó a la casona de la calle Melo, que con alguna excusa convenció a sus padres para subirse al auto Mercedes Benz E350 estacionado en la cochera de la propiedad y que desde el asiento trasero los ejecutó con una pistola calibre 9 milímetros que podría ser alguna de las dos armas que faltaban en la casa.
El móvil del crimen
Los fiscales creen que el móvil fue económico, ya que no podía sostener la mentira de una mudanza que les había prometido a un departamento de Núñez valuado en más de un millón y medio de dólares que no había terminado de comprar.
Las principales pruebas que lo incriminan son los videos donde lo identificaron como la persona que caminó ida y vuelta de Núñez a Vicente López y que entre las 17.33 y las 18.30 presuntamente entró a la casa a asesinar a sus padres, el análisis de su celular que quedó prendido para despistar dentro de su camioneta en la zona de Núñez donde lo dejó encendido y los mensajes extraídos de los celulares de las víctimas donde queda claro que los engañaba con una mudanza que nunca iba a suceder.
Además, se secuestró en un departamento de Belgrano que él alquilaba una pistola Glock 9 milímetros y una credencial de otra arma Bersa del mismo calibre pero aún no hallada, también un buzo azul con capucha similar al usado por el caminante que quedó filmado y, dentro de su camioneta Mercedes Benz, una bolsa de tela de una inmobiliaria idéntica a la que portaba el presunto asesino en los videos y escondido en el compartimiento de la goma de auxilio, el juego de llaves con el control remoto de la puerta del garaje de la mansión que usaba su padre.
Télam