En el marco de las tareas de control que se realizan en la Dirección General de Aduanas-AFIP, los agentes lograron impedir que ingresara al país un conjunto de sustancias cancerígenas, prohibidas para la comercialización.
Los químicos se identificaron como “éter de decabromodifenilo” y “triclorofón” y eran de origen chino. Ambos están registrados como prohibidos para su comercialización en los Convenios de Estocolmo y Rotterdam, respectivamente.
Estos dos acuerdos internacionales, de los cuales Argentina es parte, tienen como objetivo preservar la salud humana y el ambiente, por lo que son los responsables de regular y prohibir la importación, exportación, producción y uso de determinados químicos que pueden resultar tóxicos.
Hasta el momento, y hasta que la Aduana determine cuál era la finalidad de la importación, la mercadería quedó aislada para evitar que la sustancia entre en contacto con seres humanos y que se propaguen contaminantes.
A su vez, la oficina gubernamental aplicará la multa correspondiente a cinco veces el valor en aduana de la mercadería en infracción, como lo establece el artículo 954 inciso “B” del Código Aduanero.
