Ningún estudioso de la poliomielitis sabía más que Albert Sabin, el científico de la Universidad de Cincinnati polaco-estadounidense cuya vacuna contra la paralizante enfermedad se ha estado utilizando en todo el mundo desde 1959.
La vacuna oral de Sabin proporciona inmunidad de por vida. Tiene un inconveniente, que Sabin, quien murió en 1993, se negó ferozmente a reconocer: en casos raros, el virus de la poliomielitis vivo debilitado en la vacuna puede mutar, recuperar la virulencia y causar polio.
Esas raras mutaciones —una de las cuales parece haber paralizado a un joven del condado de Rockland, en Nueva York, miembro de la comunidad jasídica judía que se resiste a la vacunación, según el informe oficial— han ocupado un lugar central en la campaña mundial para erradicar la poliomielitis, el mayor esfuerzo internacional de salud pública en la historia.
Cuando en 1988 comenzó la campaña dirigida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), su objetivo era librar al mundo de la poliomielitis para el año 2000.
Para 2015, la polio se había erradicado casi por completo en todas partes excepto en Pakistán y Afganistán. Pero para 2020 se habían reportado casos en 34 países, principalmente del África subsahariana y Asia.
Aunque las cifras han disminuido en los últimos 18 meses, han surgido algunos casos en Ucrania e Israel; En junio, se detectó el virus de la poliomielitis en las aguas residuales de Londres, y ahora el caso al norte de la ciudad de Nueva York, el primer en los Estados Unidos desde 1993.
Pero la naturaleza de la amenaza de la polio ha cambiado. La poliomielitis “natural” o “salvaje” ahora circula solo en unas pocas áreas devastadas por la guerra en Pakistán y Afganistán, donde hombres armados han matado a decenas de oficiales que vacunaban a los locales contra la poliomielitis.
Casi todos los demás casos del mundo, paradójicamente, se derivan de mutaciones del virus debilitado que es parte de la vacuna. Sabin diseñó el virus de la vacuna para infectar los intestinos de las personas sin enfermarlas, pero en casos raros, este virus muta en el intestino.