Los Pumas del ‘65 volvieron a su “Pensacola”

La cancha de rugby del club San Fernando, a la vera del río, representa un pedazo de la historia de este juego. Allí, durante los primeros meses de 1965, un grupo de jugadores se entrenó largos días y horas en lo que implicó el embrión de la gira de ese año por Sudáfrica, la que rubricó el bautismo de los Pumas. Jorge Dartiguelongue, uno de los que vivieron aquella legendaria experiencia, define a esa cancha de San Fernando como “nuestra Pensacola”, comparándola con el complejo de alto rendimiento en la Florida estadounidense donde el seleccionado se alistó físicamente para la Copa del Mundo de 2007, que terminó en medalla de bronce para la Argentina en Francia. Desde el último 5 de marzo, a unos metros se levanta un gimnasio que lleva el nombre de un emblema del club, del plantel del ‘65 y de los Pumas en sus funciones de jugador, médico y preparador físico: Luis García Yañez.

Otro jugador de entonces de San Fernando, también integrante de los Pumas del ’65 y quizá, injustamente, no tan recordado como otros, fue Walter Omar Aniz. El pilar, de los mejores en su tiempo, con un test ante Francia en 1960, cumplió otros roles fundamentales para la gira a Sudáfrica. Con su Rastrojero, al que los jugadores lo llamaban “La Diligencia”, pasaba a buscar por San Isidro a los que venían de otros lugares de Buenos Aires para llevarlos a los entrenamientos. En San Fernando, Aniz fue y sigue siendo el “Mono”. Al ser el de mayor edad de los que viajaron a Sudáfrica, sus compañeros le cambiaron la primera letra al apodo. Le quedó el “Nono”. Aniz los llevaba y García Yañez les ordenaba los ejercicios. Ambos están en los corazones de todos los protagonistas de aquella gesta.

Un par de semanas atrás, la gente de rugby de San Fernando organizó un almuerzo para homenajear a sus dos Pumas del ’65. Varios de los compañeros de García Yañez –“Pato” por “patovica”, como lo llamaban en los Pumas; “Negro”, como le dicen en su club– y Aniz estuvieron presentes, como así otros ex integrantes del seleccionado, entre ellos, el actual presidente de la UAR, Gabriel Travaglini, que tuvo a García Yañez como médico, PF y, fundamentalmente, como alguien que siempre estaba para colaborar en lo que fuera. “Empezamos el gimnasio en 2018 y después nos agarró la pandemia. Lo hicimos con el esfuerzo y la colaboración de la gente de rugby, desde infantiles hasta el plantel superior, más aportes del club y, también, del municipio. No podía tener otro nombre que el del García Yañez”, cuenta Gerardo Alonso, capitán de rugby del club que cumplirá un siglo de vida el 3 de marzo próximo.

García Yañez –murió el 14 de diciembre de 2010, a los 73 años– es un prócer del rugby. En la gira por Sudáfrica jugó de tercera y segunda líneas y de pilar. En ese último puesto quedó consolidado y actuó en el seleccionado como titular seis años más. “Lo extraño todos los días”, contó en el almuerzo-homenaje Ricardo “Gato” Handley, gran amigo y compañero en la primera línea. En juveniles se desempeño como centro, pero también fue campeón de remo. Como médico, iba por el río atendiendo gratis a la gente que vivía en el delta y que no podía pagar. Ha sido guía de varias generaciones de rugbiers y de Pumas.

Aniz, que murió el 20 de marzo de 2001 a los 66 años, se lesionó en un tobillo al comienzo de la gira en Sudáfrica. Pudo jugar apenas cuatro partidos. Debutó recién en el noveno, ante Eastern Province, en Cardock (triunfo por 27-6). Al regresar a la Argentina dijo, sonriente: “Me hicieron caso en todo”.

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