Electrónica epidérmica, la nueva apuesta profética de Bill Gates

Probablemente, algún lector haya tenido la experiencia de ‘’imprimirse’’ un tatuaje temporal en su cuerpo. Quizás en un evento, en una fiesta, o en la playa. Cuando yo era más chico estaban de moda los de henna (una pasta hecha de ramas y hojas machacadas de la planta Lawsonia inermis), clásicos en los lugares de vacaciones más concurridos o incluso en cumpleaños de compañeras del cole.

Hoy en día, existen otros tipos de tatuajes temporales que se pintan con aerógrafo, y las tintas especiales que no se inyectan en la piel han evolucionado mucho. Lo importante de los tatuajes temporales es básicamente eso, su transitoriedad… lo justo para aquellos -como yo- que no se animan a tener sus pieles grabadas para toda la vida.

Bill Gates y los tatuajes

¿Qué tendrá esto que ver con Bill Gates? Lo cierto es que el magnate ha apostado una gran fortuna al desarrollo de una tecnología que parece dará que hablar en los próximos años: los tatuajes electrónicos, o electrónica epidérmica. Estos no son literalmente tatuajes, sino dispositivos electrónicos no permanentes que se colocan en contacto íntimo con la piel. Permiten mantener una monitorización continua de señales biológicas y están destinados a un uso relativamente de corto plazo.

Muchos dispositivos portátiles, como relojes o incluso ropa, tienen sensores electrónicos que permiten medir signos clínicos, como la frecuencia cardíaca o la saturación de oxígeno.

Sin embargo, el área emergente de la electrónica epidérmica busca ir más allá: en concreto, los científicos trabajan para crear interfaces electrónicas mecánicamente invisibles, con sensores, fuentes de alimentación, procesamiento, memoria, y componentes de comunicación integrados. Y, además, con propiedades físicas que se asemejen a las de la piel para que puedan colocarse sobre ella.

También son resistentes a la flexión y al estiramiento sin deterioro de su integridad y funcionalidad, evitando así los problemas de movimiento y los desajustes en las propiedades mecánicas que tienen los dispositivos electrónicos rígidos convencionales (como los relojes). Esto permite que proporcionen una monitorización de la salud precisa, continua, y no invasiva.

Cambiar el paradigma de los testeos médicos

Con la nanotecnología y la biotecnología ingresando en este fenomenal campo de investigación, los novedosos tatuajes electrónicos que se están diseñando hoy en día buscan usar la piel como plataforma de diagnóstico integral, captando señales de músculos, vasos sanguíneos, terminaciones nerviosas, heridas, sudor o glándulas.

Así, monitorean día a día parámetros críticos como

  • concentración de glucosa.
  • urea.
  • presión arterial.
  • concentración bacteriana.

Y no sólo los clásicos parámetros que verifican los relojes inteligentes.

Ahora bien, a pesar de que los tatuajes electrónicos tienen el potencial de cambiar el paradigma de los testeos médicos hacia un sistema de monitorización más simple y rápido que los actuales, aún quedan muchos interrogativos por delante:

 

  • ¿Reemplazarán a los celulares?
  • ¿Serán bien tolerados por el cuerpo en su uso continuo?
  • ¿Cómo se producirán en escala?
  • ¿Serán costo-efectivos?
  • ¿Cómo será el packaging?
  • ¿Cómo se validarán clínicamente los datos obtenidos?
  • ¿Estarán accesibles para toda la población?

Son preguntas que quizás tendrán respuesta en unos 10 años.

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