Al norte de la provincia de Neuquén, se encuentra la localidad de Manzano Amargo. A sólo 4 km de esta localidad, se encuentra uno de los tesoros escondidos del norte neuquino.
Se trata de la Cascada La Fragua, un salto de agua cristalina de 40 metros. Las aguas del arroyo homónimo caen creando una cascada de altísimo impacto visual. Su majestuosidad la convierte en uno de los imperdibles para el viajero que elige el norte neuquino.
El ruido del agua golpeando las rocas cuando cae, se asemeja al sonido de la herramienta mientras se forja el hierro, lo que le dio su nombre. En su base se forma una pileta de agua transparente que es ideal para un chapuzón. Si bien en el lugar hay poca sombra, también se puede descansar a orillas del río.
En invierno, debido a las bajas temperaturas que a veces descienden a 10 grados bajo cero, la cascada puede llegar a congelarse, regalando un espectáculo natural imperdible. Para llegar, hay que atravesar Manzano Amargo y conducir hasta el acceso de la cascada. Allí se deja el auto y comienza la caminata. El recorrido comprende 300 metros y no reviste dificultad. El terreno tiene desniveles e irregularidades, pero no es para preocuparse.